domingo, 19 de octubre de 2008

Oh Mother

Madre no hay más que una... Eso está claro. Y menos mal, porque yo no sé qué sería de mí si tuviera 3 o 4...

Si le preguntas a cualquier niño que a quién quiere más en este mundo a lo mejor te contesta, a lo mejor no, o a lo peor te dice cualquier chorrada pero en el interior de su pequeña cabecita está pensando "mamá".

Y es que las madres lo dan todo por nosotros. De pequeño son ellas quienes te lavan, te peinan, te leen cuentos, te ayudan con los deberes, eligen la ropa que te vas a poner, te llevan al cole, te recogen, te riñen, te ponen nombres ridículos ("gusi", "peluso", "coquito"...), se preocupan por ti...

Y no de tan pequeños... Sin más la otra mañana antes de salir para la universidad:
- Bueno mamá me voy.
- ¡¡ Abrígate que hoy va a hacer frío !!
- Sí mamá...
- ¿Sólo esa sudadera llevas?
- Y el abrigo.
- Pues hoy la temperatura es de 5º, tú verás...
- Joder, ni el hombre del tiempo.
- Es que luego te pasas el día tosiendo y es normal, porque coges frío.
- Lo que tú digas...
- Y come bien ¿eh? ¡ Que estás muy flaco !
- Pero si ya sabes que me paso el día zampando.
- Sí pero comiendo porquerías y eso no cuenta.
- Bueno que no tengo 14 años...
- Pero te comportas como si los tuvieras. Bueno me voy a trabajar, que me entretienes y luego llego tarde. Abrígate. Y cierra con llave cuando te vayas. Y atiende en clase. Que te cunda el día. Un besoooooooooo.

Y al final el que llega tarde eres tú.

Pero no pasa nada porque es tu madre y ha hecho miles de millones de cosas por ti en la vida.

De hecho las madres son como leonas con sus cachorros. Cuando hay una pelea de niños las dos madres saltan a la defensa de sus retoños aunque no sepan ni de qué va la cosa:
- Es que tu hijo tiene la mano muy larga ¿eh?
- Sí, y el tuyo está muy mimado.
- ¿Mimado? De eso nada guapa.
- Vaya que no, y encima tiene una lengua... Menudas palabrotas que dice. Claro, luego llega el mío a casa diciendo unas cosas que me deja impresionada.
- Impresionada dice, si tú ya no te impresionas por nada. Más te valdría dedicarte a educar a tu hijo que está siempre pegándose con todos.
- ¿Me estás diciendo que mi hijo es un maleducado? Pues me lo llevo a casa, no vaya a ser que le peque algo al tuyo.
...
...

Y cuando se quieren dar cuenta los niños hace media hora que dejaron de pelearse y están jugando tan felices.
Se supone que estas cosas deberían cambiar con el tiempo (ja-ja-ja). Pero no es así. Llegan tus años de instituto y las madres empiezan a comparar las notas, y luego la carrera que vas a estudiar... Pero es que estás en la universidad y siguen:
- Mi niña, la pobre, lo que tiene que estudiar, es que está que no para...
- Pues mi hijo ni te cuento, si el pobre se pasa el día haciendo prácticas.
- Ya pero no es lo mismo que estudiar, son más entretenidas.
- Sí claro, entretenidas pero luego vienen los exámenes y no ha podido ni estudiar.
- Pues será que no se sabe organizar.
- O que no tiene tanto tiempo libre como tu hija, que ayer la vi con el vecino del 5º y no estaban precisamente estudiando.
- Sí claro, a saber lo que hace el tuyo, si no para por casa ni los fines de semana, y no creo que se los pase en la universidad...
- ¿Y tú que sabes cuándo está en casa mi hijo? Entre semana desde luego se pasa el día en la facultad. Además se está sacando un título de inglés y el carnet de conducir a la vez. Y también va al gimnasio. Y toca la guitarra. Y...

Y así pueden seguir hasta la eternidad, aunque de buen rollo y con un vermut jaja. Es como las discusiones de los niños pequeños, esas de "tonto", "tú más", "no tú",... Y hablando de niños pequeños, a ti te siguen viendo así aunque tengas 20 años.

Yo me veo a los 30 que me voy a dormir y viene mi madre corriendo a darme abrazos y besos de buenas noches. Y para los padres menudo papelón, ver cómo su mujer está tirada en la cama encima de un chaval joven dándole unos besos asesinos, en plan seducción fatal. Yo me mosquería.

Pero luego en el fondo todas esas cosas de las que nos quejamos las echaremos de menos, porque es irse tus padres una semana de viaje y a ti ya te falta algo. Bueno, de momento te falta todo!!! La comida, la ropa planchada, la habitación recogida... Pero es que además te falta ese cariño que te da tu madre, esa presión constante para que estudies, esos posavasos cuando haces fiesta en tu casa, esa limpieza en el suelo que había antes de la fiesta... Vamos, que no eres nadie.

¿Y por qué? Pues porque madre no hay más que una, y cuando no está, te quedas sin nada.


1 comentario:

Anónimo dijo...

"¿Y por qué? Pues porque madre no hay más que una, y cuando no está, te quedas sin nada."

¡Que razon llevas!